Limpiar el refrigerador no es una práctica muy habitual, pero debería de serlo, de hecho es muy importante para mantener tu seguridad alimentaria y la de los que más te importan, ya que juega un papel fundamental retrasando el crecimiento de los microorganismos al conservar tus alimentos a una temperatura tan baja. Es por eso que te enseñaremos a cómo limpiar las diferentes partes de tu frigorífico para garantizar tu seguridad al máximo.
¿Cómo limpiar una nevera por dentro?
Limpiar la nevera por dentro es la parte más importante para garantizar una buena salud alimentaria. Por eso te recomendamos que sigas los siguientes pasos para asegurar tu salud.
Los materiales que vamos a usar son:
- Agua
- Jabón líquido
- Bicarbonato de sodio
- Vinagre blanco
- Agua oxigenada
- Trapo de microfibra
- Papel de cocina
- Recipiente grande
Desenchufar el refrigerador
Antes de quitar nada, como vamos a usar líquidos y vamos a hacer una limpieza extensa, tenemos que desconectar de la red eléctrica nuestro frigorífico, para que no pueda haber ningún accidente eléctrico.
Quitar todos los alimentos del interior
Después de haber desenchufado el frigorífico, procederemos a quitar todos los alimentos y bebidas que se encuentren dentro de él.
Desmontar las partes removibles
Como vamos a hacer una limpieza profunda, será necesario sacar todos los estantes y partes removibles del interior de nuestro electrodoméstico, así podremos limpiar los estantes y el interior del refrigerador de una manera más cómoda.
Lavar todas las partes removibles
Seguidamente procederemos a lavar con agua y jabón todas las partes removibles que hayamos sacado del interior del frigorífico, para así dejarlas secar mientras seguimos con el siguiente paso.
Limpiar el interior del refrigerador
Mientras dejamos escurrir lo lavado anteriormente, nos pondremos a limpiar la nevera por dentro: para ello llenaremos un recipiente con medio litro de agua aproximadamente, echaremos un chorro de jabón líquido y 1 cucharadas (15 gramos) de bicarbonato de sodio, el bicarbonato nos ayudará a blanquear el interior, además de facilitar la eliminación de grasas. Después de remover esta mezcla, mojaremos el paño de microfibra y empezaremos a limpiar por dentro el frigorífico, de arriba a abajo.
Enjuagar el frigorífico
Una vez hayamos terminado de limpiar, cambiaremos la mezcla por agua limpia. Para empezar a enjuagar tendremos que rociar vinagre blanco por las paredes (esto nos ayudará a sacar los malos olores), e iremos pasando el trapo de microfibra por donde hemos rociado el vinagre. Cuando ya hayamos acabado, secaremos todo con papel.
Limpiar las partes desmontables
A continuación, para seguir con una limpieza completa utilizaremos agua oxigenada y papel para aquellas partes que sean de vidrio, y vinagre blanco y papel para aquellas que sean plástico.
Montar todo de nuevo
Por último, queda montar todo de nuevo, añadiendo (si queremos, o tenemos problemas de mal olor en el frigorífico) una tacita o un vaso de bicarbonato con clavos de olor, para que no haya malos olores en nuestro refrigerador.
¿Cómo limpiar una nevera por fuera?
Esta limpieza es un poco más estética, pues no supone un gran peligro para la salud; aun así, a nadie le gusta ver un refrigerador sucio por fuera; de todas maneras, no tienes que agobiarte, ya que es la limpieza más rápida que le puedes hacer a tu frigorífico.
Los materiales que usaremos son:
- Recipiente grande
- Agua
- Paño de microfibra
- Jabón líquido
- Vinagre blanco
- Vaselina líquida
- Papel de cocina
Preparar mezcla
La primera mezcla es muy sencilla y todos la hemos hecho, sobre todo para lavar los platos y los vasos, simplemente es llenar un recipiente de agua, echarle un chorro de jabón líquido y remover.
Limpiar la nevera por fuera
Antes de empezar a limpiar deberemos de fijarnos en si nuestro refrigerador tiene un patrón de líneas de fabricación que le da rugosidad, si es así deberemos limpiar el frigorífico siguiendo la dirección de esas líneas. Al empezar a limpiar, lo haremos desde la parte superior y acabaremos en la parte inferior para no ensuciar de nuevo.
Hacer la segunda mezcla
Para la segunda mezcla, antes tendremos que vaciar la anterior y limpiar el trapo para que no quede jabón en él. Una vez hecho esto, llenaremos de nuevo el recipiente con agua y echaremos un chorro de vinagre blanco, a continuación sumergimos el paño en la mezcla y comenzaremos a limpiar de nuevo como hemos hecho anteriormente. (ATENCIÓN: Antes de aplicar esta mezcla directamente a la nevera, hay que hacer una prueba en una parte no visible del refrigerador para ver como reacciona.)
Secar el frigorífico
Para ir acabando, cuando ya hayamos limpiado el refrigerador con la segunda mezcla, simplemente tendremos que secarla con papel de cocina, siempre siguiendo la dirección de las lineas de nuestro frigorífico (si es que tiene).
Darle brillo al refrigerador
Por último, lo que nos queda para que nuestra nevera se vea como nueva, aplicaremos muy poca cantidad de vaselina líquida (3 gotas como máximo para que no se quede pegajosa) en un papel de cocina (nunca aplicaremos la vaselina directamente sobre el refrigerador, siempre sobre el papel), y le daremos brillo siguiendo el mismo sentido del patrón.
¡Y ya tendrías la nevera como nueva, como si la hubieses comprado ayer, limpia y brillante!
¿Cómo limpiar la goma del frigorífico?
Con el tiempo, la goma del contorno de la puerta que nos asegura que no se escape el frío del interior y que no haya cambios de temperatura no deseados, se desgasta y empieza a coger un color amarillento dando la sensación de estar sucio, o simplemente porque se haya ensuciado de cualquier otra manera; de todas formas, te enseñaremos a cómo solucionarlo en casa sin perder ni tiempo ni dinero.
Los materiales que vamos a utilizar son:
- Cepillo de dientes nuevo
- Agua oxigenada / peróxido de 40 volúmenes
- Bicarbonato de sodio
- Recipiente
- Trapo de microfibra
- Papel de cocina
- Agua
- Aceite para bebés
- Taza
EPIS para tu seguridad
Lo primero es que te protejas a ti mismo/a con unos EPIS básicos, que se tratan de una mascarilla y guantes de nitrilo o similares.
Elaborar la mezcla
Para hacer esta mezcla echaremos en un recipiente una taza de agua oxigenada de 40 volúmenes y media taza de bicarbonato de sodio, y lo mezclaremos con un cepillo de dientes nuevo hasta que se haga una pasta blanquecina.
Limpiar la goma
Es el momento de limpiar el burlete, no es necesario desmontar la goma, simplemente si algo cae fuera o se nos va a la parte metálica lo limpiaremos con un trapo de microfibra. Para limpiar la goma simplemente aplicaremos la pasta con el cepillo de dientes y frotamos con el mismo. De vez en cuando habrá que ir limpiando con el trapo húmedo las zonas donde hemos aplicado la pasta, ya que no puede quedar rastro de esta. Si hay zonas de difícil acceso donde no podemos llegar con el cepillo, envolveremos el extremo de una cuchara en el trapo y frotamos con esto.
Quitar el exceso de pasta
Una vez hayamos terminado de limpiar con la pasta, es muy importante eliminar cualquier rastro de la mezcla pastosa. Esto lo haremos mojando el cepillo de dientes en un recipiente lleno de agua o con el trapo húmedo y limpio.
Secar todo
Para secar todo cogeremos papel de cocina y secaremos todos los lugares que estén húmedos o con agua para el siguiente paso que vamos a realizar; es más, si no hacemos esto, después se podría congelar esa agua y dar apariencia de escarcha.
Limpiar zonas donde haya caído mezcla
Por último, lo que vamos a hacer, es que a todas las partes donde haya caído la pasta mientras estábamos limpiando, les pasaremos un papel con unas tres gotas de aceite para bebés. Después de haber limpiado con el aceite lo secaremos con un papel de cocina seco para que no se quede pegajoso.